Infarto
talámico por candado de inmovilización.
Un joven de 19 años de edad, jugando a las
luchas en una piscina con su primo, en un descuido, este le logró aplicar una
llave de inmovilización. El paciente se puso pálido y se desmayó, lo sacaron de
la piscina y al recuperar la conciencia, sus familiares notan dificultad para
idear, hablar y trastornos de la sensibilidad del hemicuerpo Izquierdo.
Fue
trasladado al servicio de urgencias del H. México en donde le practicaron un TAC
cerebral, el cual fue normal. El paciente ya había mejorado en su ideación y
lenguaje y el colega que le vio opinó que no tenía nada.
Sus
familiares, (amigos míos desde la época de estudiante, en que solíamos visitar
las zonas rurales jugando de médicos, en los llamados campos de trabajo que
organizábamos en la facultad de medicina de la UCR previa recolección de
muestras médicas en los consultorios privados de nuestros profesores) me
llamaron porque sabían que había estudiado neurología y me relataron que el
paciente tendía a desviarse al caminar por plantilla y sentía un pie¨ acorchado¨ o ¨acartonado¨ como que su zapato izquierdo tuviese un cartón
al apoyarlo. Vinieron a cita a mi oficina y a la exploración neurológica
encontré que había perdido la sensibilidad profunda (propioceptiva, la que nos
ayuda junto con la visión, el sistema vestibular de los oídos y tallo cerebral
y el cerebelo, a la ubicación de nuestro cuerpo en el espacio) pero mantenía
intacta la sensibilidad superficial (dolor, tacto, temperatura)
Equipo para electromiografía y potenciales evocados
Le
realice unos potenciales evocados somato sensoriales (SSEP), los cuales se
muestran, encontrando que el estímulo
eléctrico de cada nervio tibial producía una onda o potencial registrable a
nivel del nervio ciático en la fosa poplítea (detrás de la rodilla) la médula
espinal (T12S) y cervical (C7), al estímulo del nervio del hemicuerpo afectado,
pero esta señal no llegaba a la corteza
somestésica contralateral, (P40) En la fotografía se observan las respuestas
normales del miembro inferior derecho y la ausencia de respuesta cerebral
cortical del izquierdo.
Esta
alteración me hizo pensar en una lesión o infarto en el núcleo ventral pastero
lateral del Tálamo, sitio de relevo de la sensibilidad propioceptiva, una
resonancia nuclear magnética del cerebro comprobó la teoría clínica. La gráfica del Profesor F. Netter muestra las vías propioceptivas o de sensibilidad profunda.
El paciente fue sometido a una evaluación exhaustiva para descartar otras causas, sin encontrar ninguna más, fue tratado adecuadamente y seguido por varios años, hasta su recuperación total..
Muchas Gracias por leer el comentario.